Administración pública: la necesidad de un cambio de cultura organizativa
Si hay algo que está cambiando a nuestro alrededor es la administración pública. Las nuevas fórmulas de gestión de los recursos humanos y los factores de motivación de los empleados públicos, la incorporación de nuevas leyes y reglamentos de forma permanente en cuestiones trascendentes en la gestión de los recursos públicos y nuestra forma de relacionarnos con ellos, la vorágine electrónica que envuelve normas, procedimientos y relaciones que estamos viviendo en los últimos años, están provocando nuevos paradigmas a los que el conjunto de empleados públicos deben saber enfrentarse con la mejoras armas: su conocimiento.
La interoperabilidad, uno de esos conceptos a los que debemos irnos acostumbrarnos, se suma a las ya más conocidas de accesibilidad, transparencia, protección, calidad o salud laboral que poco a poco vamos manejando con soltura.
Intercambiamos con la ciudadanía, con las empresas y entidades del tercer sector, o con otras administraciones públicas, porque cada día nuestros clientes también lo hacen, y debemos estar a la misma altura cuando no actuar de avanzadilla, incorporando a nuestros procesos administrativos fórmulas de gestión innovadoras que nos permitan ser referencias en estos marcos de relaciones.
Nuestras relaciones son cada día más frecuentes con otras administraciones y aunque de una parte la ley nos dirige hacia la prestación de servicios cada día más eficientes con intercambio servicios e información transversales, y no solo es la ley, cada día incorporamos rutinas que usamos en nuestras relaciones sociales, económicas, personales o de ocio.
El esfuerzo realizado por la Diputación de Cáceres y las Entidades Locales de nuestra provincia en acompasar actualidad, recursos y legislación durante los últimos años está dando unos resultados impensables cuando se iniciaron con cierto rubor y sin tener claro el destino final.
El esfuerzo legislativo ha ido acompañando todas estos esfuerzos y dando forma a un nuevo universo de relaciones, interconexiones, intercambios y formas de gestión. Lo que ayer era una ilusión, hoy es una realidad en la que nos sentimos tan cómodos como necesitados. Todo los días cambia algo… y seguirá haciéndolo.
La formación continua de los empleados públicos actúa como uno de los soportes básicos para adquirir las destrezas, cualidades y recursos de conocimiento que nos llevan a prestar un servicio acorde a los requerimientos que nos exigen y nos exigimos.
Las especialización técnica y la transversalidad que incorpora el Plan de Formación 2019 nos permite ahondar en las nuevas realidades, usando las ya “viejas” tecnologías con un nuevo enfoque situado hoy más que nunca en nuestros clientes, la ciudadanía y sus múltiples manifestaciones jurídicas.